Un día después de que el primer ministro del enemigo israelí, Benjamín Netanyahu, frustrara el intento diplomático de poner fin a la guerra sionista en Gaza, los combatientes de la resistencia palestina asestaron un duro golpe a las fuerzas de ocupación en el área de Kerem Abu Salem, enclave de Gaza.
Dos soldados sionistas murieron y otros siete resultaron heridos, incluido uno de gravedad, en un ataque con misiles lanzado por la resistencia palestina contra una instalación militar israelí en la zona.
Las Brigadas Al-Qassam, en colaboración con las Brigadas Al-Quds, bombardearon a las fuerzas sionistas estacionadas en el eje “Netzarim” con cohetes “107” de corto alcance. Según informes, helicópteros israelíes transportaron a los soldados heridos a los hospitales.
Las Brigadas Al-Qassam anunciaron que bombardearon concentraciones de fuerzas enemigas en el sitio “Kerem Abu Salem” y sus alrededores con un sistema de misiles “Rajum” de corto alcance de 114 mm. Los medios militares distribuyeron escenas de la destrucción del cuartel general de mando del enemigo y de sus concentraciones, al este de la ciudad de Rafah.
Los medios de comunicación de ocupación dijeron que este reciente ataque sin precedentes se produjo a pesar de las garantías israelíes de destruir las capacidades de Hamas y la resistencia de misiles en la Franja de Gaza durante siete meses de guerra en curso.
Mientras que otros medios de comunicación indican que se produjo en el contexto de los planes israelíes de invadir la ciudad fronteriza de Rafah, que incluye alrededor de 1,4 millones de palestinos, la mayoría de los cuales están desplazados.
El periódico israelí “Jerusalem Post” dijo que el ataque de Al-Qassam puede tener consecuencias sobre el plan israelí de invadir Rafah, y concluir un acuerdo de intercambio de prisioneros con Hamas, sobre todo porque es probable que los soldados de ocupación no estén preparados para afrontar los ataques que la resistencia pueda lanzar en el futuro.
Source: Al Manar