La ex canciller alemán, que desempeño el cargo entre 2005 y 2021, habló en el diario Zeit sobre la guerra de Ucrania antes de explicar la utilidad de los acuerdos de Minsk. Angela Merkel afirmó que la firma de los acuerdos de Minsk debía servir para dar a Ucrania “tiempo” para que el país se fortalezca.
Los acuerdos de Minsk se dividieron en dos partes, habiéndose firmado el primer acuerdo en 2014 con el objetivo de detener la guerra en la región de Donbás, región donde los separatistas rusos luchaban contra el ejército ucraniano. Luego, en 2015, se firmaron los acuerdos de Minsk II con el objetivo de imponer un alto el fuego, retirar las armas pesadas del frente y realizar intercambios de prisioneros.
Merkel dijo sobre los acuerdos que se negociaron con la ayuda de Francia y Alemania: “El acuerdo de Minsk de 2014 fue un intento de darle tiempo a Ucrania. Ella también aprovechó este tiempo para fortalecerse, como se puede ver hoy. La Ucrania de 2014-2015 no es la Ucrania actual”.
El ex líder también admitió que la OTAN no habría tenido los recursos en ese momento para apoyar a Ucrania.
Según el experto ruso del Instituto de Estudios y Pronósticos Estratégicos de la Universidad de la Amistad de los Pueblos de Rusia, Andrew Koribko, estas confesiones del canciller alemán ilustran “una manipulación de la percepción”, que la líder alemán inventó, con el objetivo de hacer al número uno ruso creer que podría, junto con ella, implementar su gran visión estratégica de una “Europa de Lisboa a Vladivostok”. El resultado final habrá sido, según Koribko, que el líder ruso contuvo pacientemente su poder durante casi ocho años a pesar de las innumerables provocaciones contra sus conciudadanos en la antigua Ucrania oriental.
El analista ruso también vaticina a la luz de estas confesiones que el conflicto durará.
Las confesiones de Merkel también ponen en duda los objetivos reales de la participación de Alemania en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 con Rusia, que también podría haber sido un señuelo para hacer creer al líder ruso que compartía su visión de Europa.
Estas confesiones también significan que esta guerra fue realmente bien preparada y planeada de antemano, y que los occidentales hicieron todo lo posible para presionar al presidente ruso para que la iniciara. Lo que debería dar crédito a sus afirmaciones al inicio de su operación en Ucrania.
Para Koribko, sobre todo, deberían enseñarle al presidente ruso una lección para que nunca vuelva a confiar en ninguno de sus pares occidentales. Recordando que el ex presidente de Ucrania, Petro Poroshenko, que había firmado estos acuerdos, había dicho lo mismo. ¡Con la diferencia de que Merkel pasaba por ser una amiga de Putin!
A decir verdad, las confesiones de la ex canciller alemán también deberían advertir a todos los líderes del mundo sobre la hipocresía de los líderes occidentales.
Source: Diversas