El pasado 29 de septiembre murió un niño palestino de 7 años, Rayyan Yasser Suleiman, tras ser perseguido por soldados israelíes armados cuando salía de la Escuela de Al-Jansa, en el distrito escolar de Belén. El niño murió literalmente de miedo como consecuencia de esta persecución. Sin embargo, esta muerte brutal, similar a la de otros centenares de niños y menores palestinos que han sido abatidos por las balas israelíes en los pasados años, no ocupó los titulares de ninguno de los principales medios occidentales. Tampoco en la mayoría de países árabes. Todos estos medios continúan, al igual que sus gobiernos, ciegos y sordos ante el tema de la continua violación de los derechos humanos que sufren los palestinos.
Esto contrasta con su actitud ante el fallecimiento de Rayyan Oram, un niño marroquí muerto a principios de febrero de este año cuando cayó a un pozo. Esta trágica muerte ocupó una gran atención de los medios no solo en su país sino a nivel internacional, a diferencia de la del otro Rayyan.
Otro tanto cabe señalar de la muerte de la joven Zainab Issam Majed, abatida por un disparo “fortuito” de las tropas estadounidenses el pasado 23 de septiembre en Bagdad. La joven, que recibió un disparo en la cabeza, no fue tampoco objeto de grandes titulares en los medios occidentales y muchos árabes, que frente a este asesinato real y comprobado estaban lanzando entonces una campaña contra Irán a raíz de la muerte de la joven Mahsa Amini en una comisaría de policía, donde presumiblemente falleció de muerte natural.
Todo ello implica la existencia de un doble rasero de los medios occidentales a la hora de enjuiciar las muertes e ignorar todas aquellas que son causadas por las acciones de los ocupantes israelíes y estadounidenses y distorsionar cualquier otra que provenga de un estado no sometido a las directrices occidentales. Todo ellos socava la confianza en tales medios y subraya la necesidad de buscar noticias y análisis veraces en los medios alternativos no dominados por las corporaciones y estados hegemonistas y sus intereses.
Source: Sitio de Al Manar en Español