En la reciente cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghai en Samarcanda, Irán ha firmado los documentos que le permitirán convertirse en miembro de pleno derecho de la organización. Otro país, Bielorrusia, ha solicitado también convertirse en miembro pleno.
La adhesión de Irán supone un importante factor de fortalecimiento de la Organización de Cooperación de Shanghai, que es ya el bloque político y económico más importante del mundo y que incluye a potencias como China, Rusia, India, Irán y otros países. La membresía de Irán alarga al bloque hasta Oriente Medio y el Golfo Pérsico y fortalece las capacidades de la OCS en temas geoestratégicos, económicos y de transporte. También contribuye a desarrollar un sistema de infraestructuras y transporte que unan más estrechamente a los países de Asia y un nuevo sistema financiero internacional que no dependa de los países occidentales y el dólar estadounidense.
Irán ha desarrollado en los últimos dos años sus relaciones con China y Rusia siguiendo la política del presidente iraní, Ebrahim Raisi, de desarrollar las relaciones con sus vecinos y mirar hacia el Este. Esta política es fruto de la desconfianza de Irán hacia EEUU y Europa tras la retirada del primero del acuerdo nuclear en 2018 y la no implementación de sus obligaciones por los tres socios europeos del PAIC, es decir, Francia, Alemania y el Reino Unido. También es una consecuencia del ascenso político y económico de Asia, que asumirá el liderazgo económico del mundo en las próximas décadas.
Durante la cumbre, Raisi se reunió con su homólogo chino, Xi Jinping, Según la agencia de noticias china Xinhua, durante la reunión, Xi Jinping dijo que su país da la bienvenida a la membresía permanente de Irán en la Organización de Cooperación de Shanghai y que China tiene la intención de desarrollar y fortalecer su cooperación con Irán en el marco de la OCS y del acuerdo de 25 años firmado por ambos países.
El presidente chino también dijo que China apoya a Irán en la defensa de su soberanía y dignidad nacional y trabajará con Teherán para defender el principio de no injerencia en los asuntos internos y los intereses comunes de los países en desarrollo.
Para China, Irán es un socio energético de confianza en un contexto de tensiones con EEUU, en especial por la crisis de Taiwán. Irán no puede ser presionado para interrumpir sus exportaciones de petróleo a China y esto hace que sea un socio cada vez más valioso para Pekín.
Raisi y Putin celebraron también otra reunión, la cuarta este año, donde reiteraron que Irán y Rusia están trabajando en un importante nuevo acuerdo de 20 años que marcará la transición de las relaciones al nivel de asociación estratégica. Durante su entrevista, el presidente iraní le dijo a su homólogo ruso que la cooperación entre los países sancionados por EEUU los haría “más fuertes”. “Los estadounidenses se equivocan si piensan que con las sanciones que imponen a ciertos países lograrán inmovilizarlos”, concluyó.
Rusia ahora tiene nuevos incentivos para completar un proyecto del Corredor Internacional de Transporte Norte-Sur que ha sido demorado por mucho tiempo. Se trata de una red de 7.200 kilómetros de rutas marítimas y ferroviarias que parte de Mumbai en India, atraviesa Irán y Azerbaiyán y llega a Rusia. Solo queda sin terminar un tramo de 164 kilómetros de ferrocarril entre Astara y Rasht, en el norte de Irán. Durante una visita a Moscú del ministro de Carreteras y Desarrollo Urbano de Irán en abril, los dos países firmaron un acuerdo integral de cooperación en el sector del transporte.
El corredor estará operativo en la segunda mitad de 2022. Se espera que el proyecto fortalezca la posición de Irán en Asia Central y proporcione una ruta alternativa y más rápida y barata para Rusia e India al Canal de Suez y el Mediterráneo. El Corredor de Transporte Internacional Norte-Sur permitirá a Irán atraer comercio e inversiones.
Teherán también busca implementar el Acuerdo de Ashgabat, un acuerdo internacional de transporte multimodal para facilitar el transporte de mercancías entre Asia Central, sin salida al mar, y el Golfo Pérsico, con el fin de fortalecer los vínculos entre Irán y los países de Asia Central.
Para Irán, todos estos acuerdos y la adhesión a la OCS le permiten contornear las sanciones estadounidenses y proteger su desarrollo incrementando los intercambios económicos y comerciales con los países asiáticos, y confía en que permitan la creación de un nuevo sistema financiero internacional. En este sentido, su prevista adhesión al BRICS también favorecerá este rumbo.
Irán ha ofrecido ya el establecimiento de una moneda única para los países miembros de la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) con el fin de facilitar el comercio entre ellos.
El asistente de Diplomacia Económica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán, Mahdi Safari, anunció que Irán ha ofrecido oficialmente a la Organización de Cooperación de Shanghai adoptar una moneda unificada para facilitar el comercio entre los estados miembros.
“Nosotros, como miembro observador, propusimos hace un mes y medio, a través de una carta que enviamos a la Organización de Cooperación de Shanghai, adoptar una moneda única entre los estados miembros”, dijo Safari antes de agregar: “Estamos siguiendo la propuesta y si se implementa, puede resolver problemas comerciales entre los estados miembros de la Organización de Shanghai”.
El think tank estadounidense Atlantic Council abordó en un artículo del 25 de agosto los acontecimientos internacionales tras la guerra de Ucrania y la prioridad que Irán ha dado a la ampliación de las relaciones con el Este: “Es un punto culminante de la política exterior del gobierno de Raisi, que ha dado prioridad a una política dirigida hacia el Este. La larga experiencia de Irán en eludir las sanciones también puede servir a Moscú, lo que se destacó en el reciente viaje de empresarios rusos a Teherán”.
La guerra en Ucrania ha remodelado la dinámica geopolítica y geoeconómica del mundo, e Irán ve estos cambios a su favor. Contrariamente al consejo de Occidente de que Irán debería aceptar rápidamente volver a cumplir con el Plan de Acción Integral Conjunta y buscar reemplazar a Rusia como uno de los principales proveedores de energía para Europa, Irán aspira a un papel que va más allá del mercado energético global y posicionarse como un actor regional e internacional esencial.
Source: Sitio de Al Manar en Español