Los últimos soldados franceses han abandonado Malí, tras ser expulsados por Bamako después de nueve años de una impopular guerra que ha convertido a Malí en uno de los países más pobres del mundo.
Se crearon hasta 2,5 millones de refugiados, miles de civiles fueron asesinados y los políticos que inicialmente se confabularon con París, ampliamente acusados de corrupción, fueron expulsados por protestas populares contra Francia en 2020.
Las raíces del conflicto de Malí son profundas, pero todas derivan de una intervención francesa. En 2011, Nicolas Sarkozy invadió Libia, dirigida entonces por Muammar al-Gadafi. Muchas de las armas enviadas por los franceses se extendieron al norte de Malí, donde los tuaregs nómadas las usaron en su conflicto con el sur, que ha existido desde que la Francia colonialista trazó las fronteras irregulares con forma de pajarita de Malí.
París alegó que los tuaregs eran radicales religiosos, y en 2013 Francois Hollande invadió Mali, antes de recibir la aprobación de las Naciones Unidas.
Muchos alegaron que los depósitos de uranio, que mantienen barata la energía nuclear francesa, las minas de oro y el deseo de conservar el sistema neocolonial conocido como “Françafrique” fueron las principales motivaciones de una guerra que se denominaría “el Afganistán de Francia”.
Muchas de las antiguas colonias de Francia obtuvieron su independencia en la década de 1950, pero desde 1960 Francia ha llevado a cabo más de 50 intervenciones militares en África.
La guerra mató a 59 soldados franceses y, al final, las tropas francesas fueron expulsadas del país por el nuevo gobierno de Mali.
Source: Press TV