Las fuerzas estadounidenses no pueden bloquear las líneas de suministro de Irán con sus aliados en Siria y se considera que Irán está fortaleciendo cada vez más su posición allí.
En un artículo de la revista estadounidense Newsweek, Geoff Lamear, miembro del Instituto Estadounidense de Prioridades de Defensa, escribe:
“Aunque el ataque a la base de Al Tanf en Siria no causó bajas para los estadounidenses, tales acciones podrían fácilmente resultar en la muerte de fuerzas norteamericanas y surge la pregunta de si la misión de Washington en Siria vale la pena”.
“Una base pequeña como la de Al Tanf, con 200 soldados, no puede influir en la situación siria. En la actualidad, el Daesh se ha desintegrado y las actividades de los remanentes de este pequeño grupo continúan de manera encubierta en este país”, pero a un nivel muy reducido y apenas causan problemas al gobierno sirio.
“Las fuerzas estadounidenses presentes en el corazón del desierto sirio no son capaces de enfrentarse al Daesh. De hecho, constituyen solo un blanco fácil para los enemigos”, señala.
“Y la presencia de otras fuerzas estadounidenses concentradas en el noreste de Siria para brindar asistencia a las FDS (Fuerzas Democráticas Sirias) no tiene justificación. Las FDS ya no solicitan la ayuda de EEUU en sus operaciones”.
“El supuesto objetivo de la misión estadounidense en Siria es evitar el surgimiento del Daesh, pero ese objetivo es, por supuesto, secundario frente al intento estadounidense de limitar la influencia iraní en ese país. Pero incluso con la presencia de tropas norteamericanas en Siria, podemos ver que Irán está fortaleciendo su posición allí”.
“Las fuerzas estadounidenses no pueden bloquear las líneas de suministro de Irán con sus aliados en Siria. La disuasión estadounidense es bastante débil frente a Irán. Este país no tiene miedo, había atacado previamente a las fuerzas estadounidenses con base en Al Tanf en 2017 con drones y sus aliados lanzaron una ofensiva similar recientemente contra las fuerzas estadounidenses estacionadas en un campo petrolero sirio”.
“Por otro lado, no se puede olvidar el apoyo aéreo y de artillería ruso al gobierno sirio. Las fuerzas estadounidenses no pueden enfrentar la influencia rusa en Siria”.
Es hora de enfrentar la realidad: “Bashar al Assad ganó la guerra. Este no es un nuevo anuncio. Los planificadores de políticas estadounidenses deben enfrentarse a la realidad tal como es, y no como ellos quieren que sea”.
“Dado que el objetivo principal de enviar tropas estadounidenses a Siria era armar y entrenar a los militantes anti-Assad, la incapacidad de expulsar del poder a Assad a un costo razonable para EEUU debe significar el regreso de las tropas estadounidenses a sus hogares. Pero la estrategia estadounidense todavía está desactualizada y lejos de ser lógica”.
“El juego de Washington en Siria no merece la muerte de los soldados estadounidenses. Esta misión no protege a EEUU. El reciente ataque a la base de Al Tanf podría fácilmente ser el preludio de un ataque mucho más mortal”, añade Newsweek.
“En lugar de disculparse por una misión fallida y sin rumbo, los planificadores estadounidenses deben abandonar Siria antes de que se convierta en un desastre”, concluye la publicación.
Source: Diversas