Las áreas de tensión entre Pekín y Washington van en aumento.
Un grupo de ataque estadounidense, liderado por el portaaviones USS Ronald Reagan, ingresó en el Mar de China Meridional el martes (15 de junio) en medio de crecientes tensiones entre Washington y Pekín.
El portaaviones está acompañado por el crucero de misiles guiados USS Shiloh y el destructor de misiles guiados USS Halsey, según Al Yazira.
En la Cumbre del G-7 en el Reino Unido, así como en la Cumbre de la OTAN en Bruselas, China fue un tema tratado en los debates sin ser invitada a la mesa y sus políticas internacionales fueron calificadas como “una fuente de tensión” por las declaraciones finales de las dos reuniones.
Reunidos físicamente en Carbis Bay durante tres días, por primera vez desde la cumbre de Biarritz en 2019, los jefes de Estado y de Gobierno del G7 se han esforzado por mantener una línea clara frente al gigante asiático. Pero los socios europeos de EEUU no adoptaron un tono tan hostil como Washington deseaba.
La publicación Les Échos equiparó la reacción de los europeos al llamamiento de EEUU a movilizarse contra China con un “sí, pero”. En este sentido, los países europeos describieron a China como un “rival sistémico, un socio en los temas globales y un competidor”.
En esta línea, el jefe de Estado francés, Emmanuel Macron, quiso calmar las cosas durante su última rueda de prensa el domingo posterior a la cumbre. “El G7 no es un club hostil a China”, subrayó.
China recordó, por su parte, que los días en que un pequeño número de países occidentales decidía el destino del mundo ya han pasado.
Los portaaviones estadounidenses ya no impresionan
Es poco probable que la aparición de los portaaviones estadounidenses en aguas cercanas a las chinas provoque el temor de Pekín.
Recientemente, el jefe de la Agencia de Defensa de Misiles de EEUU dijo que “los portaaviones estadounidenses ya enfrentan riesgos de armas hipersónicas que ahora están en el inventario de los países adversarios de EEUU… La amenaza hipersónica ya está allí”, dijo el vicealmirante John Hill al Subcomité de Fuerzas Armadas del Senado sobre fuerzas estratégicas militares la semana pasada.
En los últimos años, China y Rusia han desplegado las primeras versiones de armas hipersónicas, que viajan a cinco veces la velocidad del sonido y que potencialmente pueden poner en peligro a los barcos estadounidenses.
Los rusos ya han desplegado el Kinjal, un práctico misil balístico que se puede lanzar desde cazas MiG-31 y Su-34.
Moscú “también está desarrollando Zircon, un misil de crucero hipersónico lanzado desde un barco capaz de viajar a velocidades entre Mach 6 y Mach 8. Se dice que el Zircon es capaz de alcanzar objetivos terrestres y navales.
Por su parte, China ha probado versiones de su misil DF-17, que fue desarrollado para transportar ojivas hipersónicas DF-Z fabricadas en China y capaces de realizar “maniobras extremas”.
Source: Press TV