El jefe de inteligencia yemení, general Abdulá al Hakim, aseguró que “la liberación de la provincia de Maarib (centro) es una decisión nacional y soberana”.
Hakim se refería a las presiones internacionales a las que se enfrenta Sanaa para detener la ofensiva de liberación de Maarib y a los intentos de las partes regionales de detener el avance de las fuerzas yemeníes en esta provincia estratégica.
Añadió: “La decisión soberana de Yemen es una línea roja” y “Sanaa no permitirá que nadie interfiera en sus decisiones soberanas bajo ningún pretexto o alegación”.
“Los países que se han apresurado a expresar su preocupación por el progreso militar del Ejército y las fuerzas populares de Ansarulá son los implicados en el apoyo a los elementos terroristas en Maarib”.
Riad apoya a sus mercenarios y elementos takfiris, que han sufrido fuertes derrotas en esta provincia.
Por su parte, el jefe del Consejo Político Supremo en Sanaa, Mahdi Al Mashat, renovó el compromiso de las fuerzas yemeníes de evitar que la ciudad de Maarib sufra las consecuencias de esta ofensiva. En este contexto, renovó su llamamiento al bando saudí para que acepte la iniciativa propuesta por el líder de Ansarulá, Abdel Malik Al Huzí, al enviado de la ONU, Martin Griffiths, sobre esta provincia productora de petróleo.
La iniciativa, aclamada por los jefes de las tribus de Maarib, estipula la necesidad de que la coalición saudí deje de utilizar esta provincia como punto de partida para su agresión militar a las demás provincias del país y que se produzca la retirada de todos mercenarios leales a la coalición de la misma. La gestión de la seguridad en esa provincia se confiaría entonces a sus residentes y, a cambio, Maarib se mantendría al margen del conflicto.
Source: Al Akhbar