Dos buques de guerra rusos han atracado en un puerto de Filipinas, lo que podría presagiar una era de reforzamiento de los vínculos militares entre Manila y Moscú en un momento en el que la brecha se amplía entre Filipinas y EEUU.
El destructor anti-submarino ruso “Almirante Tributs” y el buque cisterna “Boris Butoma” fondearon el martes en el puerto de Manila para una visita de una semana.
Durante la estancia, las autoridades militares de ambos países discutirán medidas conjuntas para combatir el terrorismo y la piratería en la región, informó RT el miércoles.
Moscú también ha expresado su voluntad de llevar a cabo ejercicios militares conjuntos con las fuerzas filipinas en el futuro.
“En el futuro, tal vez podamos realizar ejercicios militares para que podamos ayudarles y compartir con ustedes nuestros conocimientos para tratar de resolver el problema de la piratería y el terrorismo”, dijo el contralmirante Eduard Mijailov, comandante adjunto de la Flota del Pacífico de la Marina rusa en una conferencia de prensa el martes.
Mijailov, que lidera la delegación naval rusa en Manila, dijo que Rusia podría jugar un papel relevante en el desarrollo de las capacidades navales de Filipinas en el futuro.
“La Marina rusa puede ayudar con diferentes equipos, que podemos mostrarles aquí o en el futuro en el mar durante los ejercicios militares o también en exposiciones”, dijo. “Por nuestra parte, podemos ayudarles en todo lo que necesiten.”
Vientos de cambio
El responsable ruso dijo esperar también una colaboración militar regional con China y Malasia.
“Realmente esperamos que dentro de algunos años, los ejercicios militares, por ejemplo en su región, en el Mar de China Meridional, no impliquen sólo Rusia y Filipinas, sino también a China y tal vez a Malasia.”
Los vínculos entre Filipinas y su socio y aliado militar a largo plazo, EEUU, se han deteriorado considerablemente en los últimos meses. Bajo el presidente Rodrigo Duterte, Filipinas ha rebajado los lazos militares con Washington por las críticas estadounidenses a la guerra contra las drogas del presidente. Por su parte, EEUU ha estado retrasando la ayuda a Filipinas – financiera, militar y de otro tipo – enojando más aún a Duterte.
Aunque no es la primera vez que un grupo naval ruso visita Filipinas la visión de buques de esa nacionalidad en el puerto de Manila es algo totalmente inusual. Ésta es la primera vez que buques rusos realizan una tal visita durante el período de Duterte y en el marco de su nueva política de estrechar las relaciones con Rusia y China.
Esta nueva política filipina supone un duro golpe a la estrategia de EEUU, llevada a cabo en estos últimos años, de crear un sistema de alianzas en la zona de Asia y el Pacífico para rodear a China. Filipinas desempeñaba un papel fundamental en esta estrategia.
Source: Agencias