Las fuerzas de ocupación turca y sus mercenarios terroristas siguen cortando el agua potable a los habitantes en la ciudad de Hasaka, tras interrumpir el funcionamiento de la planta de bombeo Aluk.
En una declaración a SANA, el director de la Compañía Estatal de Agua Potable, Mahmud Al Okleh, dijo que esa acción criminal amenaza a cerca de un millón de personas que dependen de la referida planta para asegurarse el agua potable.
Los turcos redujeron deliberadamente el número de pozos activos a ocho en lugar de 20, mientras utilizaban una bomba en lugar de seis, lo que provocó una disminución significativa en la cantidad de agua.
Source: SANA