El Estado de Florida juega un importante papel en las elecciones presidenciales estadounidenses debido al alto nivel de compromisarios que elige y a ser un estado grande que puede inclinarse a cualquier lado, a diferencia de otros, donde el voto está decantado por una gran diferencia a favor de uno de los dos grandes partidos desde hace muchos años.
En este sentido, resulta imprescindible para Donald Trump el ganar en Florida si quiere lograr la reelección en las elecciones presidenciales del próximo 3 de noviembre. Siendo conscientes de ello, los republicanos han elegido la ciudad de Jacksonville, en el estado, para realizar la convención republicana en el mes de agosto.
La mala noticia para el actual presidente es que el estado es una clara víctima de su incompetencia a la hora de frenar la epidemia de coronavirus, que afecta ya a un número de 4.170.000 estadounidenses y ha causado 147.000 muertos hasta ahora en el país.
En Florida, el virus se ha extendido rápidamente en las últimas semanas y el número de infectados se está acercando actualmente a los 400.000, con un total de 5.520 muertos. Este estallido ha tenido sus consecuencias en el terreno político y ha contribuido a dañar aún más la imagen del presidente entre los votantes del estado.
Una reciente encuesta de la Universidad de Quinnipiac dada a conocer el jueves muestra que la ventaja del candidato demócrata Joe Biden sobre Donald Trump es ahora de 13 puntos, 51 a 38 por ciento. El 70 por ciento de los habitantes de Florida cree que la expansión del coronavirus está ahora “fuera de control” frente al 24 por ciento que dice que está controlada.
El 59 por ciento rechaza la gestión de Trump en la crisis del coronavirus frente al 37 por ciento que la aprueba. El 61 por ciento considera que la economía del estado fue abierta “demasiado rápido”. El 59 por ciento de los encuestados también rechaza los planes de Trump para reabrir las escuelas en otoño frente al 36 por cierto que lo aprueba.
El rechazo a la gestión de Trump no se limita al tema del coronavirus sino a un conjunto de temas, como las relaciones raciales, la remoción de los símbolos confederados y otros.
Al final, el mensaje es que el Estado de Florida podría convertirse en la tumba política de Trump, que va detrás en las encuestas en todos los “estados clave”, que no están asegurados para ninguno de los candidatos y son los que deciden en último término la elección. La crisis de salud y la económica que la acompaña hacen muy probable que Trump esté ya viviendo los últimos meses de su mandato.
Source: Diversas