El gobierno del Líbano instalará mañana una sesión especial para abordar la escasez energética como resultado de lo cual hay localidades que apenas disfrutaron de dos horas de servicio eléctrico, se informó el lunes.
Medios locales comentan la presión interna y externa sobre la aplicación de reformas económicas que allanen el camino a préstamos y donaciones en efectivo, pero el tema energético ocupa ahora el lugar principal.
Se trata de una demanda clave de la sublevación popular iniciada el 17 de octubre y que con interrupciones por medidas contra la Covid-19, volvió a la palestra por un deterioro ostensible en todos los órdenes de la vida.
Desde el final de la guerra civil de 1975-1990, la insuficiente capacidad de generación obligó a un desangre de dos mil millones de dólares anuales en subsidios estatales y el problema sigue ahí.
El Ejecutivo tiene prevista la cita con una agenda que incluye el nombramiento de una junta directiva para la estatal Electricite du Liban.
Sin embargo, la contraparte de esa empresa, una autoridad reguladora de los gastos e inversiones del sector, no figura entre los temas que prevé debatir la alineación gubernamental del primer ministro Hassan Diab.
En la percepción de los analistas, es una señal evidente de la variedad de opiniones entre los principales partidos integrantes del Gobierno para designar a quienes estarán al frente de ese organismo de control.
Durante las últimas semanas, El Líbano registra un fuerte racionamiento del servicio eléctrico, a causa de la escasez de combustible para operar las plantas eléctricas.
Los beirutíes experimentaron cortes de energía de hasta 22 horas al día que, sumada a una carencia de diésel en el mercado, no pudieron compensar los generadores privados.
Source: PL