El presidente del Líbano, Michel Aoun, responsabilizó este jueves a todos los partidos y grupos religiosos con la preservación de la paz, al considerarla una línea roja que nadie debe traspasar.
Aoun hizo tales pronunciamientos durante una reunión nacional que boicotearon figuras clave de la oposición como cuatro exprimeros ministros, pertenecientes a la variante musulmana sunita, y otros tantos partidos cristianos.
Ante un plenario de funcionarios, diputados y representantes de facciones políticas, el jefe del Estado agregó que recientes protestas convertidas en disturbios eran sospechosas de ser influenciadas por agendas externas.
‘Hay quienes explotan la ira popular y sus demandas legítimas de solución a problemas para generar violencia y caos, alineadas a la obtención de ganancias de partidos nacionales’, denunció.
Según Aoun, se advierte un retorno al lenguaje de la guerra civil y que una manera de erradicarlo podía ser una reunión nacional para revertir una tendencia peligrosa para la seguridad y la estabilidad del país.
Sobre las continuas crisis económicas, financieras y monetarias, dijo que solo sería posible un rescate si los partidos evitan aprovecharse de las penurias de los ciudadanos para ajustar cuentas políticas.
‘Si pensamos que el hambre y el desempleo tienen un color confesional o político, estamos delirantes’, resumió.
A su momento, el primer ministro Hassan Diab replicó el mensaje del presidente al decir que no hay que perder tiempo en el ajuste de cuentas u obtención de ganancias políticas.
Source: PL