China acaba de asestar un golpe a una Arabia Saudí que ya había sido puesta en su lugar por Rusia en su guerra por el petróleo. En el contexto del colapso de los precios, Pekín decidió reducir sus importaciones de petróleo saudí para reemplazarlas con crudo ruso. Según las estadísticas aduaneras chinas, China aumentó las importaciones de petróleo ruso en un 30% en marzo y redujo la compra de petróleo saudí en un 1,6%. La decisión es doblemente perjudicial para Arabia Saudí, que se enfrenta a un fracaso en Yemen y a una crisis de coronavirus que escapa a todo control, pero también a la saturación de sus capacidades de almacenamiento.
En realidad, la Covid-19 no redujo tanto la compra de petróleo por parte de China, que, por otro lado, se benefició de la caída del precio del petróleo para aumentar las importaciones de crudo. Las importaciones chinas de petróleo fueron de 9,68 millones de barriles en marzo, un 4,5% más que el año anterior.
Esto tiene lugar en un momento en el que el error de cálculo de las autoridades saudíes sobre las consecuencias de inundar el mercado con una producción masiva en un momento en el que la demanda caía por la crisis del coronavirus.
Fuentes informadas en Riad describen la actuación de China como un golpe importante dado que Arabia Saudí vende ahora la mayor parte de su petróleo a Asia. “¿Los chinos han decidido deliberadamente unirse a Rusia en su guerra del petróleo contra los saudíes?
Algunos círculos enfatizan los “errores serios” de cálculo político y económico de Bin Salman y sus asesores. “Los funcionarios saudíes pensaron que podrían frenar la caída de los precios. Una semana después de que Arabia Saudí lanzara su guerra del petróleo Amin Nasser, director ejecutivo de Aramco, respondió a la controversia alegando que el gigante petrolero era “capaz de adaptarse a precios muy bajos y podría continuar operando en medio de una recesión”. Jalid al Dabbagh, otro directivo de Aramco, dijo que la compañía incluso estaba satisfecha con el precio de 30 dólares por barril y podría cumplir con sus compromisos de distribución”.
Estos sueños se desvanecieron rápidamente después de que Aramco tuvo que solicitar un préstamo de 10.000 millones de dólares para comprar las acciones de SABIC (Saudi Basic Industries Corporation). Y luego este otro error de cálculo que se suma a la guerra muy costosa en Yemen y al fracaso de la salida a bolsa de Aramco en diciembre pasado, una operación completamente fallida. Los funcionarios saudíes intentaron vender la compañía petrolera nacional saudí el año pasado por más de 2 billones de dolares. De hecho, esta fue una iniciativa del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, pero en el verano de 2019, los principales bancos internacionales involucrados revelaron que el precio real de la empresa estaba entre los 1,1 y 1,6 billones. En consecuencia, los responsables saudíes pusieron en venta solo el 1,5% de la compañía en diciembre de 2019.
Según el centro de investigación Capital Economics, el impacto combinado de la pandemia de coronavirus y la disminución de los precios del petróleo tendrá como consecuencia que el déficit financiero del reino saudí en 2020 pasará del 6,4 al 16% del PIB. Es en este contexto que China ha decidido reducir sus compras y apostar más por el petróleo ruso asestando otro golpe a Arabia Saudí.
Source: Press TV