El secretario general de Hezbolá, Sayyed Hassan Nasralá, habló de la lucha contra el coronavirus en el Líbano y en todo el mundo, refiriéndose a “la probable llegada de un nuevo sistema global”.
En un discurso transmitido este sábado 28 de marzo por el canal Al Manar, el número uno de Hezbolá pidió al mundo que exija a Arabia que detenga la guerra contra Yemen por razones humanitarias. En este contexto, acogió con beneplácito la iniciativa del líder del movimiento yemení Ansarulá de intercambiar soldados saudíes por prisioneros de la resistencia palestina en Arabia.
He aquí los principales puntos de su discurso:
En primer lugar, me gustaría felicitar a los musulmanes por el advenimiento del bendito mes de Shaaban, que es el preludio del mes sagrado del Ramadán. Este es el mes del Profeta Muhammad (PB) durante el cual celebramos los cumpleaños de sus descendientes e íconos de Kerbala: el Imam Hussein (P), el Imam Zain el Abidin (P) y Abbas ben Ali. Además del cumpleaños del Imam Al Mahdi (P) el 15 de Shaaban.
Con respecto al tema de la lucha contra el coronavirus en el Líbano, me gustaría abordar varios puntos.
El retorno de los expatriados libaneses
Es el derecho de los libaneses que viven en el extranjero el regresar a su país. Este tema es indiscutible. Debemos garantizar todas las condiciones que faciliten su regreso seguro. Está claro que algunos funcionarios temen llevar a cabo esta iniciativa. Es un desafío histórico para el gobierno el garantizar la repatriación de los libaneses que viven en el extranjero. Será un motivo de orgullo para el gobierno si asume sus responsabilidades en este asunto, tomando ciertas medidas médicas para garantizar su retorno rápido y seguro, ya que la propagación del virus todavía es limitada en el Líbano.
Varios ciudadanos libaneses se quejan de la debilidad de los regímenes en ciertos países y temen por sus vidas. Vemos en algunos países, como en EEUU, una prisa por comprar armas por temor al colapso social.
Según mi información, el gobierno ha tomado la iniciativa de repatriar a todos los que lo desean. Pero este problema es mayor que las capacidades del ejecutivo, de ahí la necesidad de que todos ayuden con dinero, hoteles, estadios, hospitales.
Necesitamos solidaridad y cooperación en este tema, que se implementará. In Sha Allah.
Una guerra mundial
El segundo punto en la lucha contra el coronavirus, es útil sentir que somos parte de una guerra mundial contra esta pandemia. Estamos observando los otros frentes y los otros países, adonde llegaron en esta lucha, y dónde estamos nosotros.
Cuando vemos la confusión que prevalece en ciertas potencias internacionales, vemos que la situación en el Líbano hasta ahora es aceptable, y hay cooperación de todos en esta lucha. Las medidas adoptadas por las autoridades interesadas, como la movilización general, son fructíferas.
Además del deterioro de la situación financiera que prevalecía antes de esta crisis, el nuevo gobierno ha tenido la tarea adicional de asumir sus responsabilidades en la lucha contra el coronavirus.
Pero esta evaluación positiva no debería empujarnos a la serenidad. Todavía estamos al comienzo de la lucha. Nos enfrentamos a un enemigo desconocido (un virus) cuya naturaleza los grandes especialistas aún no han descifrado.
Durante las guerras militares, las casas son destruidas, las personas son desplazadas, pero en esta lucha la situación es mucho más fácil. Solo necesitamos sabiduría, sensibilidad, conciencia y estar enclaustrados en casa.
El confinamiento en las casas sigue siendo el plan de control esencial para superar esta crisis con las menores pérdidas. En este punto, debemos comprometernos a respetar las medidas. La vida de las personas está en juego.
La crisis podría durar varios meses, por lo que la solidaridad social con los necesitados debe ser a largo plazo.
Con respecto al alza de los precios y al monopolio de ciertos bienes por parte de algunos comerciantes debido a su codicia inhumana, los ministerios involucrados deben tomar las medidas para evitar esto.
Debemos luchar contra la enfermedad y la hambruna simultáneamente. Aquí, llamo a los comerciantes humanos, piadosos … para que intervengan, en estas difíciles condiciones, para romper el monopolio de aquellos.
El dinero confiscado por los bancos
Los bancos deben liberar el dinero de los pequeños depositantes que han confiscado. Es hora de encontrar una solución a este problema. Los bancos también deben permitir que las personas transfieran dinero a sus hijos que estudian en el extranjero.
En cambio, los propietarios de estos bancos buscan presumir donando solo 6 millones de dólares al gobierno como parte de la lucha contra el coronavirus. Pero en una boda propia, gastan dos millones de dólares.
Estos bancos confiscan decenas de miles de millones de dólares libaneses. Al menos, liberen el dinero de los pequeños depositantes y permitan que los padres transfieran el dinero a sus hijos. Son capaces de hacerlo.
Hacemos un llamado a los multimillonarios libaneses a comportarse de manera humana con sus compatriotas. No sabemos hacia dónde se dirige el mundo. Es hora de donar.
Un nuevo sistema mundial
Tenemos que seguir lo que está pasando en el mundo. Según los observadores, vamos a enfrentarnos a consecuencias sin precedentes desde la Segunda Guerra Mundial. Estamos presenciando el probable advenimiento de un nuevo sistema global.
Las discusiones están en pleno apogeo a nivel filosófico, religioso, cultural, nacional … Las prioridades de los países cambiarían. Nuestra generación es testigo de una experiencia nunca vista en 100 años. Somos parte de este mundo. Estos desarrollos deben seguirse.
Es necesario saber de lo que está sucediendo en el mundo.
Vemos cómo la administración estadounidense está confundida en el manejo de esta crisis. Con la civilización en su apogeo, las fuerzas militares más grandes del mundo son incapaces de enfrentarse a un pequeño virus desconocido.
Países, empresas, universidades, escuelas … están todos paralizados. 3.000 millones de personas en todo el mundo han quedado atrapadas en sus hogares por un pequeño virus invisible.
El hombre es incapaz de lidiar con este virus. Espero que los científicos puedan encontrar la vacuna, por la gracia de Dios. Las lecciones deben ser aprendidas. Retornemos a Dios y las invocaciones siguen siendo el arma más poderosa en tiempos difíciles.
Detener la guerra en Yemen
El último punto para concluir, en el quinto aniversario de la resistencia del pueblo yemení contra la guerra de Arabia Saudí, reitero mi llamamiento a los dirigentes de Arabia para que pongan fin a esta guerra injusta.
Por razones humanitarias, el mundo debe gritar y pedir a Arabia y a sus aliados que detengan esta guerra mortal.
También aprovecho esta oportunidad para dar la bienvenida a la iniciativa del jefe de Ansarulá, Sayyed Abdel Malik al Huzí, de intercambiar a los soldados saudíes capturados en Yemen por detenidos que simpatizan con la resistencia palestina en Arabia. Esta iniciativa demuestra la posición constante de los yemeníes a favor de la causa palestina.
Source: Al Manar