La escena siria parece no ser ventajosa para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, especialmente después de encontrarse frente a Rusia y al Ejército sirio solo y sin aliados, aparte del apoyo de EEUU a través del envío de municiones.
Y la ocupación turca recibió un duro golpe después de la muerte de 33 soldados en la provincia de Idleb, una pérdida que Rusia describió a través de su ministro de Exteriores como una “tragedia”, que unas horas después fue seguida por la muerte de 7 soldados turcos en un bombardeo en la ciudad de Maitika en Libia por las fuerzas del general Jalifa Haftar, lo cual coloca a Erdogan frente a presiones políticas internas y externas sin precedentes.
Según el informe del sitio web alemán Deutsche Welle, desde el comienzo de la crisis en Siria, Turquía ha asumido el papel de punta de lanza proporcionando apoyo material y militar a los grupos terroristas en Siria.
Turquía había contado con el apoyo de Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Qatar en su injerencia militar y política en Siria, pero las relaciones turco-árabes se han deteriorado desde el Acuerdo de Sochi en 2018. El apoyo de Turquía a los Hermanos Musulmanes, junto con Qatar y su rechazo al golpe contra Mohammed Mursi en Egipto en 2013, que llevó a la ruptura de relaciones entre Ankara y El Cairo, han llevado a un enfrentamiento entre Turquía y Qatar, por un lado, y Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Egipto, por otro.
Todos estos cambios que ocurrieron en la relación de Erdogan con los países árabes vinieron acompañados por la liberación del Ejército sirio del 85% del territorio sirio.
Erdogan está conmocionado por el progreso de las unidades del Ejército sirio en la provincia de Idleb y sus temores a enfrentarse en un conflicto total solo y sin sus aliados, lo que contribuyó a reducir sus opciones disponibles, porque el golpe que recibió Ankara fue doloroso y cualquier error en Idleb tendrá importantes repercusiones en Turquía.
La otra opción turca es adoptar el Acuerdo de Adana de 1998, que garantiza la cooperación entre Siria y Turquía en el campo de la protección conjunta contra cualquier amenaza a la seguridad de los dos países, ya que la permanencia del Ejército turco en Idleb se interpretará como una ocupación y una invasión y no puede continuar a la larga.
Por lo tanto, la retirada de Siria es la mejor solución, porque involucrarse en territorio sirio es rechazado por los opositores a Erdogan, especialmente después de la muerte de soldados turcos, y por el pueblo sirio, que recuerda la ocupación otomana.
Norbert Rutgen, jefe del Comité de Política Exterior del Bundestag alemán, describió las recientes acciones de Erdogan en relación a los refugiados como un “clamor por la ayuda de Europa”.
Señaló que Erdogan ha fracasado en sus intentos de cooperar con Rusia en Siria y, por lo tanto, envía una señal a Occidente de esta manera, señalando que Europa ahora debe “proporcionar fondos y asistencia adicionales para atender temporalmente a los refugiados”.
De este modo, Erdogan está usando la carta de los refugiados sirios para presionar a los países de la Unión Europea y extorsionarlos financiera y políticamente después de su fracaso en Idleb.
Source: Diversas