“Esta resistencia es nuestra fuente de orgullo. Nos enseñó todo. La resistencia nos enseñó que podemos fortalecernos y salir de nuestra debilidad”, dijo Sayyed Abbas Al Musawi, ex secretario general de Hezbolá, asesinado por la ocupación israelí el 16 de febrero de 1992.
Sayyed Abbas era conocido por su movimiento de resistencia que no conocía límites. Comenzando por el Líbano y Palestina, y siguiendo por Siria, Iraq, Irán, Pakistán y Afganistán, Sayyed Abbas consideraba a Palestina como la causa principal de la nación musulmana. Vio la resistencia como un movimiento transnacional que no puede operar solo en un campo de batalla.
Palestina fue la chispa
Inspirado por un joven que fue el primer libanés en ser martirizado en una batalla con la ocupación israelí en 1968 en Jordania, Sayyed Abbas, que tenía 15 años en ese entonces, fue a Zabadani, en Siria, para participar en un campo de entrenamiento establecido por la resistencia palestina del movimiento Fatah.
El comandante mayor decidió entonces aplicarse en los estudios de la Hausa. Se unió al destacado clérigo shií libanés Imam Sayyed Musa Al Sadr en la ciudad sureña de Tiro. Después de eso, se unió a la Hauza del Gran Ayatolá Sayyed Mohammad Baqer Al Sadr en la ciudad sagrada de Nayaf, en Iraq. Sayyed Mohammad Baqer Al Sadr fue un influyente clérigo shií, filósofo, líder político y fundador del Partido Dawa de Iraq.
A su llegada al Líbano en 1978, cuando el régimen de Saddam expulsó a todos los estudiantes no iraquíes, Sayyed Abbas fundó la Hauza Al Muntazar en Baalbeck. Él creía que el papel de esta Hauza no se limitaba a la esfera shií, en el Líbano. En marzo de 1978, el enemigo israelí lanzó una agresión contra el Líbano y logró ocupar áreas ubicadas al sur del río Litani. En ese momento, Sayyed Abbas jugó un papel fundamental en la movilización del pueblo libanés para la resistencia.
Sayyed Abbas se inspiró mucho en la victoria de la Revolución Islámica liderada por el Imam Sayyed Ruholá Jomeini en 1979. La revolución en Irán representó para el ex secretario general de Hezbolá un atisbo de esperanza frente a la hegemonía estadounidense y la opresión israelí.
Estableciendo Hezbolá
Después de la ocupación israelí del sur del Líbano en junio de 1982, Sayyed Abbas regresó al Líbano desde Teherán junto con el jeque Raguib Harb, clérigo libanés que era conocido por sus posturas antiisraelíes y que luego fue un alto comandante de Hezbolá. Los dos hombres trabajaron a finales de ese año para establecer el movimiento de resistencia, Hezbolá.
“La resistencia islámica se estableció en el Sur del Líbano. Lo llamamos islámica porque su ideología y espíritu es el Islam. Sin embargo, es para todas las personas oprimidas en todo el mundo”, dijo Sayyed Abbas sobre Hezbolá, la resistencia islámica en el Líbano.
En ese año (1982), Sayyed Abbas encabezó una delegación que representó a Hezbolá en Irán, donde se encontraron con el Imam Jomeini, quien bendijo sus esfuerzos y les dijo que veía “la victoria en sus frentes”, según el documental “El Yihad y el Líder de los Mártires”, que explora la vida de Sayyed Abbas.
Defensa sagrada en Ahvaz
Más tarde, en 1983, Sayyed Abbad se dirigió al Ahvaz, en Irán, para participar en la defensa sagrada durante la guerra iniciada por el régimen de Saddam en Iraq. El Imam Jomeini envió a su delegado personal, Sheij Abbas Al Kaabi, quien instó a Sayyed Abbas a regresar al Líbano, subrayando que el campo de batalla libanés lo necesitaba más.
Cuando regresó al Líbano, Sayyed Abbas intentó fortalecer los lazos con otros clérigos musulmanes de fuera de la Escuela shií en un intento por impulsar la unidad islámica y unificar los movimientos de resistencia en todo el país. Coordinó los esfuerzos de resistencia tanto con Sheij Said Shaaban, en la ciudad norteña de Trípoli, como con Sheij Maher Hammud, en la ciudad sureña de Sidón.
Camino de resistencia a la victoria
“Sayyed Abbas presentó la resistencia como un camino de victoria, no solo como un camino de martirio”, dijo el secretario general de Hezbolá, Sayyed Hasan Nasralá, sobre su predecesor en el documental que se transmitió en Al Manar TV.
Sayyed Abbas fue el comandante militar de la Resistencia Islámica en el Sur del Líbano. Supervisó personalmente las operaciones de resistencia que obligaron al enemigo israelí a retirarse de Beirut y luego desde Sidón hacia las aldeas y pueblos del Sur.
Visitas a Pakistán, Afganistán, Cachemira
En marzo de 1990, Sayyed Abbas fue a Pakistán para participar en una conferencia pro-Palestina. En esa visita recorrió 17 localidades pakistaníes, donde habló de la opresión israelí, la importancia de la resistencia y los planes estadounidenses en la región. Después de eso, Sayyed Abbas visitó Afganistán, donde se reunió con combatientes contra las tropas soviéticas, y luego fue a Cachemira.
Secretario general de Hezbolá
En abril de 1991, y luego de años de arduo trabajo en las filas de la Resistencia Islámica, Sayyed Abbas fue elegido secretario general de Hezbolá. Sayyed Nasralá narra en el documental “Yihad y Matirio” cuánto tiempo tardó en convencer a Sayyed Abbas de que tenía que aceptar este cargo.
“Después de diez días de intentos de convencerlo, Sayyed Abbas aceptó asumir sus deberes como secretario general de Hezbolá”, según Sayyed Nasralá.
Tras su elección, Sayyed Abbas mantuvo una fuerte relación con los combatientes de la resistencia, así como con los libaneses en general. Planteó el lema “Todos estamos a su servicio”, refiriéndose a asegurar las necesidades básicas de las personas a la luz de la ausencia del Estado en varias áreas, especialmente en el Sur, Bekaa y el Suburbio del Sur de Beirut.
Martirio y Voluntad
Sayyed Abbas fue asesinado el 16 de febrero de 1992, cuando regresaba del Sur del Líbano, donde participó en una ceremonia que conmemoraba el aniversario del martirio de Sheij Raguib Harb. Helicópteros israelíes Apache dispararon misiles contra su convoy, matándolo a él, a su esposa, a su hijo de cinco años y a otros cuatro compañeros.
Después de su martirio, Sayyed Hasan Nasralá sucedió a Sayyed Abbas, cuya voluntad principal era “preservar la resistencia islámica”.
Source: Al Manar