El avance del Ejército sirio contra grupos terroristas en la provincia de Idleb, en el oeste de Alepo, y su progreso continuo en la recuperación de una ciudad tras otra y de una localidad tras otra, en medio de la derrota de los terroristas, muestra claramente la determinación del liderazgo sirio, con el apoyo de los aliados de Siria, para liberar toda pulgada de tierra siria sujeta a la ocupación de Al Nusra y sus hermanos o a la de las fuerzas extranjeras turcas y estadounidenses.
En este contexto, cabe mencionar la declaración del liderazgo del Ejército sirio en la víspera del inicio de su operación militar en Idleb, que puso un énfasis decisivo en la implementación de esta decisión, que se produce después de agotar todas las oportunidades para implementar los Acuerdos de Sochi, que han fracasado por la persistencia de los terroristas en violar los sucesivos acuerdos de alto el fuego y continuar sus ataques contra los barrios de la ciudad de Alepo y pueblos adyacentes a las áreas donde están concentrados.
Los terroristas restantes en Siria están desplegados en la provincia de Idleb y el oeste de Alepo. Se trata de áreas que bordean la frontera con Turquía, que les proporciona todas las formas de apoyo para continuar la guerra de desgaste contra el Estado sirio y los utiliza para tratar de lograr los objetivos del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Este trata de imponer algunas de sus condiciones para una solución política en Siria que le permita relanzar en ese pais la presencia de grupos vinculados a él, en primer lugar, los Hermanos Musulmanes, un grupo internacional al que el partido de Erdogan, el Partido de la Justicia y Desarrollo, pertenece.
Hoy, sin embargo, todas las condiciones han madurado en Siria para liberar y restaurar todas las regiones adyacentes a la frontera con Turquía por medio de una acción militar, poniendo fin así al desgaste causado por la continua supervivencia de los grupos terroristas en estas áreas. Esto significa que los militantes tendrán solo una de tres opciones:
La primera es continuar luchando hasta la muerte, porque ya no hay una región en Siria adonde puedan moverse.
La segunda es que los militantes sirios, tras perder cualquier esperanza de interponerse en el camino del progreso del Ejército sirio, se entreguen al Estado sirio y aprovechen su última oportunidad incorporándose al proceso de reconciliación y renunciando a la lucha, como hicieron antes muchos de los militantes en la Guta Oriental, el Sur de Siria y otros lugares.
La tercera opción es que la moral de los terroristas se derrumbe y esto haga que los que permanecen en Idleb y Alepo, especialmente los extranjeros del Cáucaso y los uigures chinos, decidan huir a Turquía, el único camino de escape que les queda.
Erdogan ha lanzado amenazas, pero el equilibrio de poder no le permite cambiar la realidad sobre el terreno y entrar en una guerra con el Ejército sirio y sus aliados, Rusia y el eje de resistencia. Erdogan volverá a emplear a los terroristas enviándolos a Libia para luchar junto al gobierno de Trípoli para lograr sus ambiciones. Él ya ha comenzado de hecho a hacerlo y ha trasladado a unos tres mil terroristas desde Idleb a Libia para enfrentarse a las fuerzas atacantes de Jalifa Haftar.
El logro de una victoria decisiva sobre los terroristas y la recuperación del control total por parte del Estado sirio sobre toda la provincia de Idleb y la parte occidental de la de Alepo hasta las fronteras con Turquía, es, pues, el objetivo inmediato del Estado sirio y que se irá implementando en gran medida o su totalidad este año. El rápido progreso del Ejército en Idleb y el oeste de Alepo logrará una auténtica estabilidad, seguridad y paz para Siria, lejos de la injerencia extranjera e impulsará el trabajo ya iniciado para la reconstrucción del país.
También impondrá nuevas ecuaciones a nivel regional e internacional convirtiendo al eje de resistencia en una fuerza decisiva en la región y debilitando la influencia de los regímenes árabes reaccionarios, ya condenados ampliamente por los pueblos de la región por su complicidad con el “acuerdo del siglo” de Trump. También supondrá un fuerte revés para EEUU imposibilitando sus ambiciones de hegemonía en la región y fortaleciendo el camino hacia un mundo multipolar.
Source: Sitio de Al Manar en Español