Hace unos días, el Estado venezolano anunció que había arrestado a un grupo de soldados, incluido un oficial de la Fuerza Aérea, que intentaban retomar el golpe del 30 de abril. Estos líderes golpistas, aparentemente dirigidos por un ex ministro de Defensa, planeaban asesinar al presidente Maduro. El intento ha fracasado, sin embargo. Como era de esperar, los medios occidentales apenas han abordado el papel fundamental de Israel en este nuevo intento, que ha fracasado estrepitosamente. Desde el reconocimiento por parte de “Israel” del títere pro-occidental Juan Guaido, la entidad sionista ha estado operando a lo largo de las fronteras de Venezuela con Colombia por cuenta de EEUU. Pero esta operación, que acaba de fracasar, fue la primera que involucró a los miembros del Mossad contra el estado venezolano.
Varios factores y elementos importantes han alimentado la situación actual en Venezuela, pero la injerencia de “Israel” en los asuntos latinoamericanos rara vez se menciona.
El caos político en Venezuela es el resultado de una combinación de la extrema vulnerabilidad de un estado petrolero y las consecuencias de las políticas e iniciativas imperialistas que alimentan la corrupción interna. Sin embargo, el apoyo de EEUU e “Israel” para el derrocamiento de Maduro forma parte de una agenda más amplia para consolidar una campaña anti-palestina en América Latina a expensas del pueblo venezolano.
La solidaridad con la lucha palestina por la autodeterminación alcanzó su apogeo durante los años del presidente Hugo Chávez hasta nuestros días, y los líderes venezolanos han critocadp abiertamente las flagrantes violaciones del derecho internacional por parte de “Israel”. Venezuela rompió relaciones diplomáticas con “Israel” en 2009 luego de su campaña militar en Gaza.
Además, el reciente voto de las Naciones Unidas para establecer un Estado palestino, así como los esfuerzos de Palestina para obtener reconocimiento internacional, tienen un fuerte apoyo en América Latina, incluida Venezuela.
Una toma de poder pro-estadounidense en Venezuela implicaría consolidar una estrategia intervencionista que prive a Palestina de sus apoyos en América Latina.
Source: Agencias