Irán anunció el lunes que sus reservas de uranio enriquecido excederán el límite impuesto por el acuerdo internacional sobre su programa nuclear concluido en 2015 a partir del 27 de junio, aumentando la presión luego de la retirada de EEUU de este pacto.
Concluido en Viena por Irán, Alemania, China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia, el acuerdo apunta a limitar drásticamente el programa nuclear de la República Islámica a cambio de un levantamiento de las sanciones económicas internacionales contra este país.
Pero en mayo de 2018, el presidente de EEUU, Donald Trump, retiró unilateralmente a su país de este pacto y restableció fuertes sanciones contra Teherán.
Un año después, en mayo de 2019, Teherán anunció que había decidido no respetar más dos limitaciones que había acordado: las que imponían un límite máximo de 300 kg para sus reservas de uranio enriquecido (UF6) y 130 toneladas para sus reservas de agua pesada. Envió un ultimátum de 60 días a los estados que aún son parte del Plan de Acción Integral Conjunta para que respeten sus obligaciones contenidas en el acuerdo y que les obligan a hacer que Irán se beneficie del mismo.
París, Berlín y Londres lanzaron a principios de año un mecanismo financiero (INSTEX) que supuestamente ayudaría a Irán a sortear las sanciones de EEUU. Sin embargo, aún no ha dado a luz a ninguna transacción.
Teherán ha señalado que la actitud pasiva europea ha hecho que no se beneficie de muchos de los beneficios económicos que esperaba del acuerdo de Viena.
Hasta ahora, el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) ha certificado que Irán está actuando de conformidad con los compromisos asumidos en virtud de este acuerdo.
“Hoy, la cuenta atrás para superar los 300 kilogramos de reservas de uranio enriquecido ha comenzado y en diez días, es decir, el 27 de junio, superaremos este límite”, dijo Behrouz Kamalvandi, portavoz de la Organización de Energía Atómica de Irán durante una conferencia de prensa.
El presidente de Irán, Hassan Rohani, dijo que su país dejaría de observar las restricciones sobre “el grado de enriquecimiento de uranio” y que Irán reanudaría su proyecto para construir un reactor de agua pesada de Arak (centro), donde Kamalvandi celebró su conferencia de prensa.
El reactor de Arak había quedado en un estado de suspensión con el acuerdo de Viena, que también requiere que Teherán no enriquezca uranio a una tasa superior al 3.67%, un nivel muy por debajo del 90% necesario para la fabricación de armas nucleares.
Kamalvandi dijo que aún no se ha tomado ninguna decisión sobre lo que los iraníes llaman “la segunda fase” de su “plan para reducir” los compromisos nucleares.
En todo caso, la situación volverá a su punto de partida, es decir a la plena aplicación del acuerdo, si Europa toma medidas eficaces para respetar sus compromisos en base al mismo.
La decisión sobre la implementación de esta segunda fase es responsabilidad del Consejo Supremo para la Seguridad Nacional, presidido por Rohani.
Respecto al enriquecimiento de uranio, Kamalvandi, sin embargo, dijo que “hemos considerado varios escenarios”, incluyendo el pasar de un 3.68% hasta cualquier otro porcentaje, dependiendo de las necesidades del país”.
“Si llevó tiempo el completar la primera etapa del plan” (para las reservas de agua pesada y de uranio enriquecido), no tomará “más de un día o dos” implementar una posible decisión de aumentar el grado en que Irán enriquece el uranio, advirtió.
Source: Press TV