El punto culminante del último discurso del secretario general de Hezbolá se encuentra en su parte final, cuando advirtió a EEUU sobre el tema de los misiles de alta precisión.
“Si continuáis hostigando a los funcionarios libaneses y acusando a Hezbolá de poseer fábricas que producen estos misiles, mientras aseguramos que no las poseemos, podríamos tomar la decisión de construirlas en el Líbano. Disponemos de los conocimientos y todas las capacidades necesarios para hacerlo”, dijo Sayyed Hassan Nasralá el viernes 31 de mayo.
La primera vez que reveló la presencia de estos misiles de alta precisión fue durante la última celebración de Ashura. También había argumentado irónicamente que los civiles israelíes deberían estar satisfechos de que la Resistencia posea tales misiles de precisión, ya que esto debería salvarlos.
Si bien ahora posee el arma necesaria que involucrará al frente interno israelí en cualquier guerra futura, por primera vez desde el estallido del conflicto árabe-israelí, el jefe de la Resistencia libanesa parece, sin embargo, asegurarse de que la batalla siga siendo militar. Una preocupación que los israelíes no tienen en lo que respecta a los civiles árabes, aunque todos sus misiles sean muy precisos.
Según el periódico libanés Al Akhbar, estos misiles de alta precisión, como su nombre lo dice, disponen de la característica de la precisión y, por lo tanto, de una alta efectividad.
Ellos pueden, pues, influir en tres aspectos, según el periódico: el impacto en las capacidades de combate del Ejército israelí bombardeando sus bases e instalaciones terrestres, sus bases aéreas, zonas de concentración de tropas, equipos, instalaciones de control y otras.
En segundo lugar, deberían poder bloquear y, por lo tanto, paralizar los sistemas que proporcionan servicios relacionados con las infraestructuras durante mucho tiempo y causar pérdidas estimadas en miles de millones de dólares.
Finalmente, esta arma también puede convertirse en un arma no convencional cuando ataca instalaciones petroquímicas o nucleares.
“Entonces, estos misiles de resistencia se han convertido en la respuesta adecuada a la superioridad aérea israelí, porque le permiten lograr lo que la fuerza aérea puede hacer, es decir, apuntar a objetivos profundos, sin la necesidad de “aviones”, concluyó Al Akhbar.
En el Líbano, debemos creer que las palabras de Sayyed Nasralá sobre sus nuevas armas han satisfecho a muchos libaneses que ya se están imaginando a estas siendo fabricadas y exportadas, como dijo el líder de Hezbolá, que, después de amenazar con construir fábricas de misiles, dijo en tono de broma: “Tal vez eventualmente los exportemos y podamos echar una mano al presupuesto del estado libanés”.
En las redes sociales, los comentarios se han disparado. Algunos llevan ilustraciones y lemas que desbordan el sentido de humor.
“Fábrica de Abu Ali Qassem para misiles de alta precisión. Servicio de entrega gratuita para todos los países del mundo”, escribió un usuario, con una ilustración de un misil, con el lema “El que ama el Líbano debe amar a su industria”.
“Tenemos misiles para la venta hechos en Líbano. Pago a crédito y entrega gratuita”, tuiteó otro usuario.
Source: Al Manar