Desde que salió de Venezuela el 22 de febrero, a pesar de la prohibición de viajar que pesaba sobre él, el legislador opositor Juan Guaido desplegó una intensa agenda de ataques contra el presidente elegido democráticamente Nicolás Maduro mientras viajaba por Colombia, Brasil, Paraguay y otros países sudamericanos, cuyos líderes de derecha se apresuraron a lanzar su apoyo a su auto-proclamación como “presidente interino”.
Además de viajar con su esposa Fabiana Rosales, quien lo acompañó en cada visita como si estuvieran realizando viajes oficiales, Guaido ha estado acompañado por otra mujer: una alta funcionaria de EEUU, Kimberly Breier.
Un breve vistazo a sus publicaciones en las redes sociales revela cómo Breier constantemente mantiene una estrecha presencia y colaboración con Guaido para lograr su objetivo político de destituir al gobierno legítimo en Venezuela, en línea con los intereses de sus superiores en Washington.
El 5 de marzo de 2018, el presidente Donald Trump presentó a Breier como una “adición clave” a su personal, y la nombró secretaria adjunta en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental.
Ella obtuvo un B.A. en español de Middlebury College y una maestría en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Georgetown, una institución que se dice es conocida por capacitar a futuros empleados de la Agencia Central de Inteligencia (CIA).
De acuerdo con la información disponible en el Departamento de Estado de EEUU, donde trabajó como miembro del Personal de Planificación de Políticas del Hemisferio Occidental, Breier es “una profesional de inteligencia con más de 20 años de experiencia en política exterior”, centrada principalmente en temas latinoamericanos.
Anteriormente, en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), dirigió el Programa de las Américas y la Iniciativa de Futuros de EEUU y México, un programa que trata temas bilaterales, como la renegociación de acuerdos comerciales, la seguridad fronteriza y la inmigración.
Breier también fue directora del Comité Norteamericano de la National Policy Association, que es un comité de negocios con miembros de EEUU, Canadá y México.
Entre otras experiencias del sector privado y de los think tanks, fue presidenta de una firma de consultoría, que proporciona “equipos de evaluación de riesgo de países” para clientes ubicados en México, Argentina y Chile.
Desde enero de 2005 hasta junio de 2006, durante la administración del presidente George W. Bush, Breier desempeñó el cargo de directora para Brasil y el Cono Sur, directora para México y Canadá y directora interina para la región andina.
No hace falta decir que esta diplomática de Massachusetts habla español con fluidez y ha viajado extensamente por América Latina.
Source: Agencias