Mientras que la capital francesa era escenario de protestas por parte de los franceses, empobrecidos por la política neoliberal de Macron, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, inauguró el 27 de noviembre de 2018 una estatua del capitán Dreyfus en el corazón de la capital de la entidad sionista.
“El martes, junto con mi amigo el alcalde Ron Huldai, inauguraré una estatua en Tel Aviv en honor al capitán Dreyfus. Se trata de una copia de la estatua presente en París y simbolizará la acción resuelta de nuestras dos ciudades contra el antisemitismo”, tuiteó Anne Hidalgo este 26 de noviembre.
Un mensaje amistoso en respuesta al cual recibió de su colega israelí esta alocución de bienvenida: “Bienvenida a Tel Aviv. Inauguramos hoy la nueva estatua de Alfred Dreyfus en la calle Ehad Ha’am. Anne Hidalgo es amiga íntima de Tel Aviv y siempre se ha opuesto al antisemitismo. ¡Muchas gracias Anne!”
Hidalgo respondió: “Es por eso que nuestra lucha contra el antisemitismo de hoy en día debe pasar por un combate feroz contra la violencia de las palabras, que abre el camino a la violencia de los gestos y comportamientos. Digo solemnemente que soy alcaldesa de una ciudad que no sería ella misma sin su comunidad judía. No nos rendiremos, nunca nos rendiremos”.
La alcaldesa estaba pronunciando este discurso, mientras que París ha sido escenario de un mes de manifestaciones espontáneas de miles de personas contra la política socioeconómica, o incluso la política exterior, del gobierno.
Ir a Tel Aviv para demostrar su lealtad a Israel en el apogeo del movimiento de los Chalecos Amarillos es significativo, especialmente porque los sionistas franceses, como Bernard Henri Levy, han calificado a los Chalecos Amarillos de “nazis”.
Los franceses están preocupados por el trabajo y la economía. El antisemitismo, un término que la entidad sionista trata de manipular para reprimir la libertad de expresión e intentar eliminar las voces críticas contra los crímenes y la ocupación israelíes, se encuentra en el lugar 643º de las preocupaciones de los franceses, según una encuesta.
En el período actual las máscaras se caen en todas partes y las élites corruptas -que se sirven a sí mismas en lugar de servir al pueblo- comprenden que la población ya no cree en sus mensajes.
Hidalgo haría mejor en trabajar por su ciudad en lugar de ir a rendir pleitesía a los dirigentes israelíes. Según una nota confidencial a la que ha tenido acceso Le Figaro, Hidalgo ha elevado la deuda de París a 7.000 millones de euros. Una cifra muy elevada que inquieta a un antiguo responsable de finanzas de la alcaldía, según el periódico.
Source: Agencias