La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) anunció el miércoles que por la falta de financiamiento, tras los recortes de EEUU, está obligada a cerrar algunos de sus programas de ayuda.
La contribución anual de casi 100.000 millones de dólares de EEUU ya no está disponible, y la agencia se ha visto forzada a adoptar medidas de mitigación, señaló el portavoz del secretario general de la ONU, Stéphane Dujarric.
En Cisjordania, la Unrwa suspenderá a partir del 31 de julio la entrega de efectivos para actividades de trabajo, pero aquellos hogares evaluados en los últimos dos años como muy pobres pasarán a un programa en red de seguridad social, que sí continuará.
De esta forma, buscan asegurar que los refugiados más empobrecidos dentro de los campamentos continúen recibiendo ayuda y sean elegibles para otras formas de asistencia, señaló Dujarric.
También proseguirá, pero solo hasta finales de año, el proyecto de asistencia alimentaria a la comunidad beduina palestina, y la Unrwa trabaja junto al Programa Mundial de Alimentos para continuar esas actividades durante el próximo año.
El programa comunitario de salud mental se suspenderá a partir del 31 de agosto y se coordinan otras opciones con el fin de mantener la cobertura en localidades críticas.
Finalmente, las clínicas de salud móviles tendrán que suspender su trabajo a partir del 31 de octubre, si bien la Unrwa analiza alternativas con diferentes socios humanitarios de cara a reemplazar tales servicios.
Como resultado de todas estas medidas, tampoco podrán renovarse los contratos de 154 miembros del personal contratado por la Unrwa.
Además, esa agencia de la ONU está profundamente preocupada por las manifestaciones de violencia y los ataques de militares israelíes: este miércoles, emitió una declaración que condena la matanza de niños palestinos.
También pide una investigación independiente y transparente sobre la muerte de un estudiante refugiado de 14 años en un campamento cerca de Belén, ocurrida el 23 de julio durante una incursión a gran escala de fuerzas de seguridad de Tel Aviv.
Estados Unidos, que era uno de los principales contribuyentes de la Unrwa, redujo de manera drástica su financiamiento a inicios de este año, y dejó al organismo con un déficit de unos 250 millones de dólares.
La víspera, la representante permanente de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, señaló en el Consejo de Seguridad que su país no puede continuar prestado ayuda y financiamiento a quienes no lo agradecen.
En estos momentos, la situación en territorio palestino ha empeorado luego de que se disparan las tensiones y enfrentamientos en el área tras la decisión unilateral del presidente estadounidense, Donald Trump, de nombrar a Jerusalén como capital de Israel y trasladar su embajada a esa ciudad.
Source: PL