Mientras que el régimen israelí se hallaba en plenas maniobras militares conjuntas con EEUU hizo un llamamiento el pasado 14 de marzo a las Naciones Unidas para que vuelva a desplegar a la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS) en el límite entre el Golán ocupado y Siria.
Esta fuerza había abandonado esta región en 2011, después de que muchos de sus miembros fueran tomados como rehenes por lo terroristas de Al Nusra.
En ese momento, la FNUOS había declarado que una vez que las condiciones de seguridad fueran favorables, enviaría sus fuerzas de nuevo a Siria. La fuerza tiene ahora una pequeña base a unas docenas de metros del límite entre ambos ejércitos y, por el momento, se niega a enviar sus fuerzas de vuelta a Siria. Su función es escribir informes sobre las actividades del Ejército israelí en los Altos del Golán y su próximo informe será presentado la próxima semana en el Consejo de Seguridad.
El canal 11 de la televisión israelí hizo un comentario sobre el llamamiento de Tel Aviv: “A través de este llamamiento a la FNUOS, Israel busca hacer regresar también a las fuerzas del Ejército sirio a la frontera común y retornar al estatus quo que existía antes de la guerra en Siria”.
Lo que el canal israelí no dice es que Israel está pidiendo un retorno al estado anterior a la guerra en el Golán ocupado por temor a que Hezbolá se establezca permanentemente en su puerta. En otras palabras, los estrategas militares israelíes admiten el fracaso en su apoyo a los grupos terroristas, que no han logrado establecerse en la región ni expulsar de la misma a las fuerzas pro-gubernamentales. De este modo, la petición israelí supone una marcha atrás y un reconocimiento del fracaso de sus planes.
Source: Medios israelíes