El Parlamento de Líbano aprobó este jueves enmiendas que limitan el secreto bancario, una de las principales exigencias del Fondo Monetario Internacional (FMI), en el marco de los esfuerzos por contener la crisis económica.
La unicameral legislatura modificó un artículo de la ley de secreto bancario y otro del Código Monetario y de Crédito, como parte de una serie de pasos que el Líbano prevé implementar mientras mantiene reuniones oficiales en EEUU con entidades financieras, en busca de la ayuda internacional.
Un comunicado de la oficina del presidente del Parlamento, Nabih Berri, confirmó los cambios al artículo 7, apartados (e) y (f) de la ley sobre secreto bancario, así como al artículo 150 del Código Monetario y de Crédito.
La organización jurídica «Legal Agenda» explicó que las reformas permitirán a las entidades de supervisión y a las reguladoras del sistema bancario solicitar toda la información financiera sin necesidad de justificar su solicitud con un objetivo específico.
Además, podrán acceder a los nombres de los clientes y analizar sus depósitos para detectar posibles sospechas basadas en la identidad del titular de la cuenta.
El gobierno del primer ministro, Nawaf Salam, aprobó el decreto con estas enmiendas a comienzos de abril, y destacó que el texto tiene «efecto retroactivo de 10 años a partir de la fecha de cada solicitud», lo que habilita levantar el secreto bancario sobre operaciones realizadas desde 2019, el año en que estalló la crisis económica.
Según la red panárabe Al Mayadeen, la aprobación de las reformas coincidió con reuniones en curso en Washington entre representantes libaneses, el FMI y el Banco Mundial, en las que participaron los ministros de Finanzas, Yassine Jaber, y de Economía, Amer Bassat, y el gobernador del Banco Central, Karim Said.
El Líbano inició en enero de 2022 conversaciones formales con el FMI, que condicionó cualquier ayuda financiera a la implementación de reformas clave, incluido el saneamiento presupuestario, la reestructuración del sistema bancario, la reforma de las instituciones públicas y la lucha contra la corrupción.
En abril de ese mismo año, el FMI anunció un acuerdo preliminar con Líbano para un programa de asistencia por valor de tres mil millones de dólares en cuatro años, condicionado a la aplicación de estas reformas, la mayoría aún pendientes.
Desde su nombramiento a mediados de enero, el líder del Ejecutivo, Nawaf Salam, se comprometió a llevar a cabo las reformas exigidas para acceder al respaldo internacional.
Este miércoles, Líbano obtuvo una aprobación preliminar para aumentar de 250 a 400 millones de dólares el valor de un préstamo del Banco Mundial destinado a la reconstrucción, con un plazo de pago de hasta 50 años.
Source: Prensa Latina