El grupo de economías emergentes BRICS, una fuerza política importante en las últimas dos décadas, está a punto de dar oficialmente la bienvenida a nueve nuevas naciones como países socios el miércoles después de admitir a cuatro nuevos miembros en 2024.
Hasta hace poco, el bloque se limitaba a sus fundadores originales, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, pero con el cambio de enfoque del grupo en medio de las solicitudes de varios países para unirse a él, los BRICS acordaron aumentar su membresía para expandir el bloque.
Como resultado, Irán, los Emiratos Árabes Unidos, Etiopía y Egipto se unieron al grupo a principios de este año en la primera fase de su expansión.
Bielorrusia, Bolivia, Cuba, Indonesia, Kazajistán, Malasia, Tailandia, Uganda y Uzbekistán son los países que se unirán al grupo como socios el 1 de enero.
Actualmente, más de 10 países como Argelia, Bahrein, Kuwait o Bangladesh están en la lista de espera para la adhesión.
La expansión ejemplifica el peso creciente del grupo, basándose en su deseo de crear un contrapeso a la influencia occidental en las instituciones globales. Con sus nueve miembros y sus nueve socios, los BRICS representan aproximadamente la mitad de la población mundial y más del 41% de su PIB. El grupo es una potencia económica que incluye a los principales productores de materias primas clave como petróleo, gas, granos, carne y minerales.
Los rápidos avances en las ecuaciones políticas, económicas y militares tanto a nivel regional como internacional han hecho que los países avancen hacia una mayor cooperación e interacción de acuerdo con sus necesidades y requisitos, lo que ha llevado a nuevas alianzas sólidas y debilitado las anteriores.
En el mundo contemporáneo, aplicar una política exterior eficaz y asegurar los intereses políticos y económicos sin depender de países amigos o socios normales es difícil incluso para una gran potencia mundial.
La interacción de los países en desarrollo con nuevas potencias político-económicas puede impulsar su crecimiento y progreso.
En particular, los países en desarrollo con economías emergentes que tienen la capacidad de convertirse en un polo regional están decididos a encontrar formas efectivas de desafiar la jerarquía actual del sistema internacional y promocionarse como un nuevo polo de poder en el futuro sistema multipolar.
La expansión de los BRICS ofrece importantes oportunidades para la organización y sus miembros, que pueden tener efectos significativos en el orden mundial. La membresía de países de diferentes regiones del mundo permite que la institución se convierta en una voz más fuerte y representativa de los países en desarrollo y emergentes. Esto ayuda a los BRICS a desempeñar un papel más importante en la definición de la política internacional y la creación de instituciones alternativas al orden mundial dominado por Occidente.
La expansión brinda más oportunidades para fortalecer la cooperación económica y comercial entre los países del Sur. Esto ayuda a reducir la dependencia de las economías desarrolladas y occidentales y brinda la posibilidad de un desarrollo más rápido y equilibrado a los países miembros.
Los BRICS pueden fortalecer nuevas instituciones financieras, comerciales y económicas como el Nuevo Banco de Desarrollo (NDB) y, al expandirlo, desempeñar un papel más eficaz en la prestación de servicios financieros y crediticios a los países miembros y otros. Estas instituciones pueden reemplazar a las instituciones occidentales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial y hacer que el orden financiero global sea más equilibrado.
Con la unión de países ricos en recursos naturales, los BRICS se convertirán en un grupo más fuerte en términos de energía y recursos naturales. Esto puede ayudar a aumentar la cooperación energética y la inversión en infraestructura y reducir la dependencia de Occidente en áreas críticas. Al aumentar el número de miembros y su diversidad, los BRICS se convierten en una coalición más amplia que puede tener más poder de negociación en las negociaciones internacionales, incluidas las cuestiones económicas, comerciales, ambientales y de seguridad. Esto ayuda a los países miembros a fortalecer sus posiciones a nivel mundial.
La expansión de los BRICS significa la creación de nuevos mercados para el comercio y la inversión. Los nuevos miembros obtienen oportunidades para intercambiar tecnología, construir infraestructura común y colaborar en grandes proyectos de desarrollo. Esto puede ayudar al crecimiento económico de los países miembros.
La expansión ofrece además nuevas oportunidades para crear y fortalecer monedas regionales y sistemas de pago alternativos al dólar estadounidense. Esto podría ayudar a reducir el dominio del dólar en el comercio mundial y crear un sistema financiero multipolar.
La expansión de los BRICS aumenta la posibilidad de intercambiar conocimientos y tecnología entre los países miembros. Los países miembros pueden cooperar y beneficiarse de las capacidades de cada uno en diversos campos de la tecnología, incluida la inteligencia artificial, la energía renovable y las tecnologías médicas.
En general, la expansión de los BRICS ofrece oportunidades únicas para fortalecer la cooperación multilateral, aumentar la independencia económica y política de Occidente y promover el desarrollo sostenible.
Source: Press TV