El periódico israelí Yedioth Ahronoth reveló el número de soldados israelíes que llegaron al Centro Médico Galilea en Nahariya y al Hospital Ziv en Safed para recibir tratamiento, señalando que “más de 5.650 soldados israelíes resultaron heridos por el fuego de la Resistencia Islámica en el Líbano y por enfermedades en el frente norte”, desde el 7 de octubre de 2023”.
El periódico informó que “los directores de los dos hospitales temen la ausencia de un horizonte claro para el fin de la guerra y los enfrentamientos en el frente norte. Dijeron: 11 meses bajo tierra y no vemos el final”.
El director del Hospital Ziv, Salman Zarqa, dijo que “alrededor de 450 israelíes heridos por las operaciones de Hezbolá han sido tratados”.
Zarqa señaló: “No me refiero a incidentes operativos, sino a disparos, metralla y víctimas directas. Son cifras muy importantes”.
Añadió que ““Israel” nunca ha estado acostumbrado a nada más que guerras de corta duración, mientras que la batalla ya ha durado 11 meses”, y pidió “un equilibrio entre el tratamiento de emergencia y la preparación para tratar a muchos heridos”.
Ziv enfatizó que “conciliar las dos cuestiones es agotador y difícil, especialmente cuando no se vislumbra un final”.
El director del Centro Médico Galilea de Nahariya, Massad Barhum, está de acuerdo con los comentarios de Zarka y reitera “que no ve el final de esto. Nadie nos preparó para permanecer escondidos durante 11 meses. Es un desafío muy, muy grande.”
Reveló que “su centro recibió alrededor de 1.700 soldados heridos, además de otros 3.500 soldados del frente norte aquejados de otras dolencias”.
Advirtió sobre “la incapacidad del sistema médico para tratar a los heridos, a pesar de la preparación de los hospitales en la región”, revelando que “muchos heridos exigen tratamiento lejos de la frontera con el Líbano”.
Source: Medios israelíes