El martes 13 de agosto, Irán rechazó los llamamientos de los países occidentales para que abandonara las amenazas de represalias contra “Israel”, diciendo que no pediría permiso para tomar represalias contra su enemigo jurado por violar su soberanía al asesinar al líder palestino de Hamas, Ismail Haniyeh, en su suelo.
“La República Islámica está decidida a defender su soberanía (…) y no busca autorización de nadie para utilizar sus legítimos derechos”, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Nasser Kanani, en un comunicado.
La víspera, el presidente estadounidense, Joe Biden, y sus homólogos de Francia, Italia, Alemania y el Reino Unido pidieron a Irán que “renuncie a sus amenazas de ataque militar contra “Israel””, en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
“Semejante solicitud carece de lógica política y es completamente contraria a los principios y normas del derecho internacional y constituye un apoyo a “Israel”, añadió Kanaani.
Denunció una declaración que “no pone objeciones a los crímenes internacionales del régimen sionista”, pero “pide con descaro a Irán que no actúe de manera disuasoria” contra un Estado “que ha violado su soberanía”.
Teherán y sus aliados regionales en Líbano y Yemen también han amenazado a la entidad sionista con represalias armadas desde el asesinato el 31 de julio en la capital iraní del líder de Hamas y el de la víspera de Fuad Shukr, un comandante caído y mártir, tras un ataque israelí contra un barrio residencial cerca de Beirut. La agresión israelí contra el Suburbio del Sur de Beirut costó la vida a 7 personas, entre ellas tres mujeres y dos niños.
Source: Diversas